jueves, 31 de julio de 2008

Benito Quinquela Martin

Nació en Buenos Aires el 1º de marzo de 1890 y murió en la misma ciudad el 28 de enero de 1977. De origen muy humilde, abandonado por sus padres en el Hogar de los Expósitos, pasa sus primeros seis años en el Patronato de la Infancia (el ex-PADELAI de San Telmo, Ciudad De Buenos Aires) hasta que lo adopta el genovés Chinchella, con carbonería en la Boca. Mientras trabajaba en labores portuarias descargando carbón, concurre de noche a una modesta academia de dibujo del barrio de la Boca, por lo que debe abandonar sus estudios primarios. Pero termina a los pocos años exponiendo con gran éxito en toda América y Europa.
Es el pintor del Riachuelo, no solo por ser el primero que desarrolló su labor tratando los temas de la zona, sino por el carácter inconfundible de su obra. En telas de grandes proporciones reflejó escenas portuarias y de los astilleros, dándoles una fuerte expresión de actividad, de vigor, de aspereza, como muestra de la vida de las primeras décadas del siglo pasado en la zona boquense. Estuvo, como pocos, ligado profundamente a su ambiente, a la vida cotidiana de donde era. Pintó el trabajo del hombre común de su época, las calles del hombre común, los cielos de esos hombres y construyó, con un lenguaje sin hipocresías pero cargado de metáforas, día a día, una obra que lo convirtió en un artista fenomenal.
En esta Argentina descolorida y sin trabajo, sus obras resultan un canto al trabajo, resuelto con un lenguaje de lectura clara y a través de un uso prodigioso del color. Ese mismo color que finalmente desbordó el marco necesariamente limitado de sus obras y se volcó sobre todo el barrio de la Boca. El gris de la niebla y el negro del humo y del carbón que hasta entonces dominaban cromáticamente a la Boca fueron desalojados del barrio por la brillante inspiración de Quinquela, quien terminó movilizando a todo el barrio en su cruzada por el color.

No hay comentarios: